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Me levantaba todos los días sin ganas de hacer nada y con muy poca energía debido a que había estado en la clínica por una amigdalitis, la que luego derivó en flegmón, y que me tenía sin siquiera poder tragar saliva. Sufrí mucho, y después de la clínica estaba muy débil por los remedios que me dieron y que seguí tomando incluso después de haber salido de esta.
Estaba tomando entre remedios y vitaminas, muchísimas pastillas diarias.Pasaron cerca de 2 meses en los que diariamente me levantaba cansado y sin ánimo de nada. Sentía mi cuerpo muy débil y estaba cansado de la situación, ya que normalmente suelo tener mucha energía y ahora me veía muy mal. Después de estar con el tratamiento de la medicina tradicional y ver que no funcionaba mucho, decidí seguir las recomendaciones de un amigo de atenderme con Wilson Alaniz, "EL JOVEN DE LAS MANOS MÁGICAS", como afectuosamente le digo, con tratamientos alternativos de BIOMAGNETISMO Y DESPUÉS SANACIÓN CUANTICA. Para mí todo esto era muy desconocido, nunca me interesó ni creía mucho, pero dado que no tenía mucho que perder, decidí intentarlo.
Llegué a su consulta sólo sabiendo lo poco que había leído en Internet, y cuando me atendió, me explicó un poco más de que se trataba todo esto. Le conté abiertamente que me encontraba probando, luego de no haber tenido éxito con el tratamiento oficial y que en realidad no tenía muchas expectativas al respecto, a lo que él respondió que no necesitaba creer para que la terapia diera resultado, aunque la confianza siempre es una ayuda.
Tuve mi primera sesión y fue muy agradable. Descansé mucho ese rato y me fui con un par de instrucciones y advertencias, como que podía tener malestares a los cinco días aproximadamente, lo cual era perfectamente normal.
Después de pasar los días, me olvidé del tema del Biomagnetismo. Fue entonces cuando un día en especial amanecí sintiéndome realmente mal. Al final del día me di cuenta que era el quinto día desde mi sesión, lo cual llamó mucho mi atención, al ser una prueba de algo que se me había pronosticado y que demostraba que esto podía ser verdadero.
A los siete días, increíblemente ya me sentía mucho mejor de lo que me había sentido en mucho tiempo. El cambio era notable, y después de la segunda sesión salí muchísimo mejor, era casi mágico que al poco tiempo de la segunda sesión me sentía como nuevo, lleno de energía y curado completamente. Lo que ningún remedio ni pastilla pudo, las dos sesiones de esta terapia sí. Fue muy curioso todo, y una gran ayuda para mí. Mi salud mejoró increíblemente y pude descubrir esta alternativa que existe para tratar nuestro cuerpo.
Lo recomiendo totalmente. Es una experiencia donde no se pierde nada y se puede ganar mucho.